_
_
_
_
_

India y Japón estrechan su alianza

China resta importancia a las denuncias de "expansionismo" del primer ministro indio

Macarena Vidal Liy
El abrazo entre el primer ministro japonés y su homólogo indio, el 30 de agosto
El abrazo entre el primer ministro japonés y su homólogo indio, el 30 de agostoTORU YAMANAKA (AFP)

La visita del primer ministro indio, Narendra Modi, a Japón, ha conseguido una rareza en política internacional: dejar a todos satisfechos. Modi ha logrado 35.000 millones de dólares en inversiones japonesas en su país y el refuerzo de una “alianza global y estratégica”. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, estrecha lazos económicos y estratégicos con un país que considera clave frente al poderío creciente de China. Y Pekín opta por no darse por aludido ante los comentarios del jefe del Gobierno indio en contra la mentalidad “expansionista”.

Abe y Modi, dos líderes de ideas abiertamente nacionalistas, mantienen una magnífica relación personal. Eso ha quedado en evidencia durante la visita de cinco días, que comenzó en la antigua capital imperial de Kyoto con un fuerte abrazo entre ambos, algo insólito en la formal cultura japonesa.

Más información
Modi fomenta grandes inversiones para modernizar India
India y China comienzan el deshielo en su relación bilateral
Modi, un líder con dos almas
India tienta a los inversores extranjeros
India, el lento avance

Su cumbre en Tokio el lunes reflejó esa misma sintonía. Ambos líderes acordaron intensificar su cooperación en el área de seguridad, incluido el desarrollo de maniobras conjuntas, y celebrar reuniones periódicas de sus ministros de Exteriores y Defensa.

En materia económica, Japón se ha comprometido a doblar su inversión directa en India en los próximos cinco años, donde en ese plazo destinará 35.000 millones de dólares a la inversión en los sectores público y privado. Ambos países aumentarán también su cooperación en materia de tierras raras -lo que permitirá a Tokio reducir su dependencia de China- o en el desarrollo de un tren de alta velocidad para la India. “Nuestras relaciones bilaterales son las que tienen mayor potencial del mundo”, declaraba Abe.

Ninguno de los dos mencionó específicamente a Pekín, con el que ambos mantienen disputas territoriales y que se muestra cada vez más firme en sus reclamaciones de soberanía en el mar del sur de China. Pero en un encuentro con empresarios japoneses, Modi lanzó lo que algunos han interpretado como una advertencia indirecta a Pekín y sus reclamaciones territoriales.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

“En todas partes en torno a nosotros vemos una mentalidad expansionista del siglo XVIII: acorralando a otro país, allanando las aguas de otros, invadiendo otros países y capturando territorio”, señaló el primer ministro indio.

En febrero Modi ya había acusado a China de expansionismo: “China debería abandonar su política expansionista y forjar lazos bilaterales con India en favor de la paz, el progreso y la prosperidad de los dos países”, dijo entonces.

China, que desde la elección de Modi ha dado fuertes señales de buscar una intensificación de los lazos con su país vecino y miembro de los BRICS, ha optado por restar importancia a esas declaraciones. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Qin Gang, afirmó que “son comentarios hechos por él en los que no sé a qué se está refiriendo”.

La analista Gauri Khandekar, del think tank europeo FRIDE en Bruselas, descarta que Modi vaya a dar un giro significativo a la política exterior de su país. A su juicio, Modi, muy interesado en desarrollar la economía india y fomentar la inversión extranjera, no va a alinearse decididamente con Tokio en detrimento de Pekín. Tampoco al revés. China e India aspiran a elevar su intercambio bilateral en un 50 por ciento para 2015 y situarlo en 100.000 millones de dólares.

La estrategia de Modi, considera Khandehar, representa “una extensión de su política como no alineado, también representa una política exterior pragmática. Modi simplemente hará lo que considera que va a beneficiar más a la India”. Ello pasa por una mejora de los lazos con Japón, pero también con China. A su juicio, la cumbre de los BRICS de julio en Brasil, en la que Modi y el presidente chino, Xi Jinping, tuvieron ocasión de dialogar, representa “una indicación muy clara” de la política exterior del Gobierno indio: “no alinearse con nadie” pero “dialogar cuando surja la oportunidad”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_