El veto ruso a los productos de la UE obliga a Bruselas a extender las ayudas

Un año ha pasado desde que Rusia anunció el veto a productos procedentes de la Unión Europea (UE) en respuesta al primer paquete de sanciones por el conflicto en Ucrania, y la relación comercial entre ambos bloques sigue aún congelada. Lejos de acercar posiciones —el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que la medida duraría doce meses—, Moscú decidió hace dos semanas alargar un año más el veto a productos europeos. Bruselas ha querido calmar al sector agrario y lácteo —que ya estaba poniendo en marcha serias protestas en Francia por la bajada de los precios de la leche— y ha anunciado que extenderá la ayuda económica "mientras siga el veto decretado por Moscú", ha señalado una fuente del Gobierno de la UE. 

Las medidas que sugiere Bruselas consisten en la retirada de los productos del mercado para colocarlos en organizaciones no gubernamentales, comedores, etcétera. Hasta el 30 de junio de 2015, la UE consiguió retirar del mercado con este mecanismo de ayuda unas 770.000 toneladas de fruta y verdura por un valor de 155 millones de euros, según Agricultura. Las nuevas medidas, de las que se desconoce aún la cuantía, se estiman similares, aunque "depende de la producción de cada país", señalan fuentes comunitarias.

"Damos la bienvenida a las ayudas, pero distan mucho de ser suficientes para compensar a los productores", sostiene Albert Jan Maat, presidente de Copa-Cogeca, que engloba a los agricultores europeos. Bruselas, quien califica de "ilegal e injustificado" el veto ruso, es "plenamente consciente" de los problemas que encaran los agricultores europeos, que han tenido que buscar mercados alternativos al ruso para poder colocarlos. De hecho, las exportaciones a otros destinatarios han aumentado un 5%. "Gracias a la reforma de la PAC [Política Agraria Común] la búsqueda de nuevos mercados es mucho más flexible", señala Bruselas.

Esta misma semana, según informó el jueves Mina Andreeva, portavoz del presidente Jean-Claude Juncker, las nuevas ayudas comenzarán a tener efecto para el sector de la fruta y la verdura. Los productores de lácteos y derivados de la leche, sin embargo, tendrán que esperar hasta el 1 de octubre, ya que es el 30 de septiembre cuando "caducan" las actuales medidas de apoyo a este sector, según la Comisión.

"Tenemos que seguir proporcionando una red de seguridad con el fin de dar seguridad a los productores que siguen enfrentando dificultades en relación con la prohibición [rusa]", declaró la semana pasada el comisario de Agricultura, Phil Hogan. Está previsto los 28 titulares de Agricultura de la UE mantengan una reunión extraordinaria el 7 de septiembre para tratar la situación.

Pero mientras ambos bloques se dan la espalda a raíz del conflicto en Ucrania, que comenzó hace año y medio, los productos europeos se acumulan en territorio comunitario y, "consecuentemente", explica la Comisión, bajan los precios. El sector ha estado "muy tocado" por el veto de Moscú durante 2014, según Agricultura. Los productores franceses —también alemanes y belgas, aunque en menor medida— se han movilizado últimamente en contra de la bajada del precio del producto provocada, además de por el fin de las cuotas de Bruselas, por el embargo de Putin. La UE rechaza un contagio y prefiere, de esta forma, suplir el comercio con Rusia, que ha descendido un 23%, con más ayuda.